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Camilo nominado al Premio Nacional Eugenio Espejo


Fotografía cortesía de COPAE

Camilo Luzuriaga ha sido nominado en la categoría “Creaciones, Realizaciones o Actividades a favor de la Cultura o de las Artes” al Premio Nacional Eugenio Espejo. Este reconocimiento se entrega desde el año 1984 por la Presidencia, a favor de personas u organismos públicos o privados, que destacan en el ámbito cultural del país.


Esta nominación es un reconocimiento trascendental al cine ecuatoriano, pues desde los años 70, Camilo ha trabajado arduamente por el desarrollo del cine en el país. Sus películas sembraron el camino y la posibilidad de hacer cine en un entorno dónde no había apoyos estatales ni privados. Donde hacer cine era visto como un sueño o un hobbie, pues no se reconocía al cine como una profesión. También, ha participado en los movimientos activistas que han logrado la creación de la Ley de Cine y la posterior, Ley de Cultura. Asentando las bases para que el cine sea reconocido como un medio profesional en el país. Pero sin lugar a dudas, uno de los aportes más grandes de Camilo, fue la creación de INCINE. La primera institución educativa especializada en la formación de cine. Desde los Canallas a Enchufe TV, Camilo ha acompañado en la formación de la nueva generación de cineastas del país.


Le he robado unos minutos a Camilo para que comparta unas palabras con las y los estudiantes de INCINE en la siguiente entrevista:

- ¿Qué te motivo a hacer cine en Ecuador?


En Ecuador, porque fue una opción nacionalista, en la década del nacionalismo de los años setenta. Hacer cine, porque fue una manera de integrar la foto fija y el teatro en los que ya trabajaba, a la edad de 18 años.


- ¿Qué fue lo más complejo de hacer cine en un entorno en el que no existían formación en cine, ni apoyos institucionales-gubernamentales, ni industria?


La falta de profesionalismo, empezando por mí mismo. En la década de los setenta éramos una docena de jóvenes los que empezábamos a hacer cine, solo dos de ellos formados en escuelas de cine en el exterior. Los demás éramos autodidactas, junto a los ayudantes que integrábamos por amistad. La primera generación de cineastas tuvo una marca profundamente artesanal.


- Tus obras se han caracterizado por abordar diversas temáticas, pero siempre han aportado a generar una reflexión sobre la imagen nacional ¿crees que es un deber del cine tratar temáticas de relevancia social?


Yo diría, de relevancia. Cualquier forma de relevancia. Una obra que rebase las necesidades personales del creador, para expresar una necesidad que involucre a otros, a un público.


- ¿Qué le hace falta al cine nacional para consolidarse como industria?


Industria. Le falta industria. Mi trabajo, como el de todos, empezó artesanal, y también ha hecho lo posible por crecer profesionalmente. Pero ha adolecido de industria, porque la industria es una creación social, más allá de la voluntad del individuo. Industria implica, por ejemplo, un público para el cual se produce, y que no lo tenemos (porque lo tiene la industria anglo-norteamericana). Implica un modelo empresarial como, por ejemplo, el de los estudios: instalaciones con personal que producen de corrido una película o serie tras la otra, independientemente de quien sea el director. Implica inversiones a riesgo, que deben ser recuperadas. Y más. Mucho más que el talento.

- INCINE se ha establecido como el primer espacio de formación cinematográfica en el país, ¿Cómo piensas que ha influido la formación especializada en el desarrollo de la industria y producción de cine nacional?


Ha influido sumando profesionales muy capacitados. Este es uno de los requisitos para establecer una industria: una masa suficiente de talentos dispuestos y capacitados para hacer cine. Pienso que esta capacidad latente, no utilizada a profundidad por falta de una industria, más temprano que tarde producirá un salto cualitativo, del modelo artesanal al modelo industrial de producción.


- ¿Qué es lo que más valoras de ser docente y de tus años en INCINE?


Haber aprendido a profundidad la significación sustantiva que hacer cine puede tener para los cineastas, como un camino de auto-aprendizaje sobre quienes somos, sobre cómo somos los animales humanos.



- Como docente, ¿cuál sería el consejo que les dejas a los futuros cineastas del país?


Modestia para reconocer los errores y poder aprender a partir de ellos, cosa que, a mi modo de ver, es la única forma de aprender.


- Actualmente, ¿tienes algún proyecto cinematográfico en desarrollo?


Sí, varios. Como productor asociado, integro el equipo de dos largos documentales, uno en post, dirigido por Camila Larrea y Lourdes Endara, y otro en pre, dirigido por María José Zapata. Y, en desarrollo, un largo de ficción histórico dirigido por Patricia Yallico. Como guionista y productor, estoy en una serie de ficción sobre el abuso sexual.



Le deseamos mucha suerte a Camilo y les invitamos a promover su nominación en redes sociales usando el #ELEUGENIOPARACAMILO


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