En el cine, una imagen puede no solamente contar historias sino provocar un sinnúmero de reacciones en el espectador. ¿Por qué? El cuadro cinematográfico siempre está compuesto en base a una intención. Antes de grabar cada plano de la película, los cineastas se preguntan qué quieren mostrar, contar, implicar, provocar en la escena.
Fotograma: Apocalypse Now, 1979.
¿Cómo se compone una imagen de acuerdo a la intención? Hay que pensar que la fotografía es luz por lo tanto esta será la primera herramienta con la que contamos para encuadrar. Las zonas iluminadas en un cuadro adquieren una voz, así que debemos empezar a seleccionar qué voces queremos destacar o esconder en el cuadro para crear un efecto expresivo.
Fotograma: Citizen Kane, 1941.
Los objetos se disponen en el espacio de la escena en un orden determinado para direccionar nuestra mirada hacia el elemento de interés, que puede ser un objeto, personaje, o un detalle importante para la historia. El elemento de interés no siempre estará en el centro u ocupará la mayoría del cuadro, existen leyes compositivas que ayudan a entender cómo dividimos mentalmente una imagen para saber hacia dónde se dirigirá la mirada del espectador de acuerdo a la disposición del cuadro y a las líneas que crean formas o contornos.
Fotograma: La Mala Noche, 2019
Otra herramienta que no solamente nos puede servir para destacar la voz de un objeto o personaje sino para crear una connotación es el color. El color actúa en el inconsciente del espectador para que encuentre el centro de atención e incluso se asocia con distintas sensaciones: calor, frialdad, calma, peligro, nostalgia, desesperación...
Fotograma: Once Upon a time... in Hollywood, 2019.
El foco ayuda a destacar un elemento o personaje en la imagen, pero también sirve para dar un tratamiento al espacio creando mayor o menor profundidad de campo, puede adquirir un significado expresivo y provocar un sinnúmero de sensaciones.
Fotograma: Teen Spirit, 2018.
El trabajo de un director de fotografía es conjugar todos elementos para crear un coro que cuente la historia a través de las imágenes. Al seleccionar cuidadosamente las voces de todo lo que se ve en pantalla y modularlas para crear emociones, el fotógrafo se convierte en un autor cinematográfico. Componer las imágenes no es una tarea fácil, requiere de mucha práctica, pero tú puedes dominar todas las herramientas de la composición fotográfica estudiando en Incine, donde acumulas miles de horas de rodaje en los siete semestres de estudio. Además vives la experiencia de evaluar constantemente tu trabajo desarrollando una mirada crítica capaz de ver los logros, pero también lo que hay que mejorar de una manera precisa para convertirte en autor. Más información: www.incine.edu.ec/fotografiaysonido