Cuando INCINE inició sus actividades y era una escuela pequeña, con no más de 20 estudiantes y un pequeño grupo de docentes, la interacción entre todos sus integrantes era -por decirlo de algún modo- familiar. Cualquier situación de malestar o conflicto que ocurría, podía resolverse cara a cara, mediante un diálogo directo y ajeno a las formalidades.
Momento del foro sobre acoso y violencia sexual. Fotografía: Surkuna
El crecimiento de la escuela -actualmente tiene como 170 estudiantes, más de 50 profesores y personal no académico- representa un desafío: cómo mantener esa relación directa y cercana entre estudiantes, docentes y administradores, a la que vez que se incorporen procedimientos y normas, sistemáticas y formales, que regulen la convivencia en INCINE. En esa dirección ayer se presentó el Protocolo Interno de Procedimiento en Casos de Acoso y/o Violencia Sexual. INCINE entiende que la violencia de género, en cualquiera de sus formas, es una manifestación de sistemas simbólicos de dominación y, por ello, asume que solo una actitud proactiva y reflexiva puede sustentar el profundo cambio cultural que se requiere para evitar estas prácticas.
Asistentes al foro realizado en INCINE. Fotografía: INCINE.
El encuentro de reflexión de ayer tuvo dos partes. En la primera, se proyectó la película peruana “La teta asustada”, de la realizadora Claudia Llosa, una obra poética que explora en las consecuencias personales y sociales de la violencia sexual a la que fueron sometidas miles de mujeres durante el conflicto con Sendero Luminoso. En la segunda parte, se realizó un foro sobre “Violencia de género, acoso y violencia sexual”, a cargo de dos integrantes de la organización no gubernamental SURKUNA. La abogada, Ana Cristina Vera, Directora Ejecutiva de SURKUNA, habló sobre la realidad de la violencia de género y sexual en Ecuador; a más de presentar cifras de la alarmante realidad de la violencia de género, analizó sus causas y consecuencias. Por su parte, la a abogada Mayra Tirira, explicó los procedimientos legales que se debe seguir en casos de violencia sexual y de género; contrastó los cambios que se han dado en la legislación nacional para garantizar los derechos humanos de niñas, niños, adolescentes y mujeres víctimas de estos tipos de violencia. Finalmente se realizó la presentación del protocolo, pensado como una herramienta interna para prevenir el acoso y la violencia sexual, así como para tener una guía de acción en caso de que estos hechos se presentasen. El protocolo tiene como grandes objetivos el propiciar la toma de consciencia entre toda la comunidad educativa; y, prevenir y orientar la actuación en caso de acoso o cualquier otra forma de violencia. Esta guía sintetiza el marco normativo nacional y, en respuesta a este, plantea los cuatro principios que lo sustentan: confidencialidad, imparcialidad, derecho a la defensa, protección y acompañamiento. Finalmente, establece el procedimiento de conocimiento, denuncia, protección, acompañamiento y monitoreo, en casos de acoso o violencia que pudiesen ocurrir en el ámbito de INCINE.