Camila Aulestia regresó de rodar un cortometraje documental como parte del programa Looking China; este año el programa invitó a cien jóvenes cineastas de todos los continentes a China para rodar documentales sobre la relación de su pueblo con la naturaleza. Camila tuvo la oportunidad de salir de la ciudad de Beijing y conocer sus alrededores porque su documental lo realizó en un lugar llamado Woyumpo, una granja cercana a la ciudad de Louzishuicun, llena de cultivos orgánicos y que es también un parque al que acuden las familias a descansar de la agitada vida urbana. Camila dice que un mes antes de viajar a China ya tenía un punto de vista como realizadora y un plan establecido, pues dialogó “virtualmente” con el asesor del programa, el cineasta israelí Asaf Zippor.
Camila Aulestia, realizadora graduada en INCINE.
“Mi objetivo siempre fue trabajar con las personas, así que la idea primaria era filmar a todos los agricultores que conforman Woyumpo; a medida que fui conociendo el lugar y la cultura china me di cuenta del sentido de colaboración que ellos tienen y que es muy distinta a nuestra percepción occidental y capitalista del trabajo en equipo. En este lugar las ganancias monetarias no se recibían acorde al tiempo que trabajabas, sino que todos ganaban lo mismo; sin embargo, todos ponían la misma intensidad en su trabajo” cuenta Camila.
Camila Aulestia, tercera en la segunda fila, con algunos de los participantes y asesores de Looking China.
Ella decidió hablar del lugar como un cuerpo del que los agricultores son sus órganos y los cultivos sus venas. “Es por esto por lo que durante el rodaje me dediqué a grabar planos contemplativos, planos detalle de los cultivos y primeros planos de varios rostros; para el audio decidí grabar una conversación acerca de su trabajo y varios audios de situaciones indistintas para tener dos opciones de voces” explica. Para Camila la experiencia fue muy estimulante: “La cultura china es increíble; todo es impresionante desde su comida hasta su arquitectura. Los aspectos que más llamaron mi atención es la manera en cómo conservan su cultura y tradiciones. China es el ejemplo máximo conservación de arte, cultura e ideología.”
Una pequeña agricultora de Woyumpo.
Ella dice que “la diferencia cultural fue notándose mucho más en el proceso de montaje que fue muy duro: diálogos e imágenes que para nosotros como latinoamericanos tenían riqueza audiovisual para ellos eran innecesarios. El montaje visual, tiene muchas fortalezas y coherencia, pero los diálogos no concuerdan con la imagen y eso hace que el producto final no sea lo que yo esperaba.” Al concluir, Camila nos contó que “uno de sus aprendizajes más importantes es que un director, un cineasta, vive al momento y no se pierde ningún aspecto de lo que está aconteciendo por captar una imagen bonita, hacer de tu cámara tus ojos e intentar recrear la vida de la manera más objetiva sin perder tu punto de vista, sea en ficción o documental. Aprendí que el aprendizaje no termina, este es el comienzo.” Su cortometraje se puede apreciar en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=v6s94pw0GpM
